martes, 14 de diciembre de 2010

Edificios de interés & la Necrópolis

Tarbernas:
En Pompeya había 89, establecimientos , a veces con asientos ,  donde se servían comidas calientes y bebidas, ya que el almuerzo, prandium, tenia lugar fuera de la casa. Se servia a través de un mostrador que daba a la calle, realizado de obra y a menudo decorado. En el mostrador estaban empotradas las dolia o cubas donde se hallaba la mercancía, con agujeros utilizados para mantener de pie las amphoras. Éstas se llenaban de un vino templado y especiado. También vendían comida caliente y tenían comedores, especialmente utilizados para los menos ricos los cuales no tenían cocina en sus casas. Se han hallado también mil setecientos ases que se encontraron dentro de una jarra empotrada en el mostrador, que servía de caja. Un vaso de vino costaba un as por lo tanto nos da una idea de lo concurrido que era este negocio



Las lavanderías:

Eran lugares cerrados donde se lavaba la ropa como negocio. El trabajo era realizado por los esclavos pero los beneficios los obtenía el dueño . Lo característico de la lavanderías de Pompeya es que utilizaban la orina como método de trabajo, pues el ácido elimina las manchas y deja la ropa blanca.



Panaderías:

La panadería carece de mostrador y es probable que vendiera pan a por mayor o a través de vendedores ambulantes, los libari. Dos habitaciones al lado del horno se utilizaban para el almacenamiento del pan recién horneado y como granero. En Pompeya aparecieron 34 panaderías. Los hornos de leña son muy similares a los actuales de las pizzerías napolitanas y utilizaban la piedra lávica que  no contaminaba la harina . El consumo de pan se extendió a partir del siglo II a.C.

Una necrópolis es un cementerio o lugar destinado a enterramientos.  El término se emplea normalmente para designar cementerios pertenecientes a grandes urbes, así como para las zonas de enterramiento que se han encontrado cerca de ciudades de antiguas civilizaciones. Por lo tanto la necrópolis de Pompeya también se encuentra en las afueras de la ciudad.


En el siglo I era costumbre cremar a los difuntos emparedando la urna con sus cenizas en una tumba o bien en el suelo, señalizándolo con un mojón o una estatua.





 Necrópolis

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